martes, 14 de julio de 2009

El Dragón que Renace

The KKK: Nazi salute and Holocaust denialImage via Wikipedia


























El Departamento de Seguridad Interior (Homeland Security)de los Estados Unidos publicó recientemente un reporte que pasó desapercibido por la mayoría de los medios de comunicación, ocupados con asuntos de tanta trascendencia como la muerte de Michael Jackson. El citado reporte advierte que la sociedad estadounidense debe estar preparada para un fuerte resurgimiento de los grupos extremistas de derecha como los Nacionalistas Blancos, la Nación Aria, las Milicias y el Ku Klux Klan, entre otros.

De todos es sabido que estos grupos violentos actúan en secreto y que algunos de ellos habían desaparecido de la escena pública por ser considerados fuera de la ley. Aparentemente esta consideración ya no tiene mayor consecuencia, ya que muchos de ellos se publicitan en internet y siguen ganando adeptos entre la población blanca, mas bien, entre la población blanca pobre de los Estados Unidos.

Las raíces del Klan se remontan a la época posterior a la Guerra Civil, cuando los estados del Norte derrotaron a los estados esclavistas del Sur y se proclamó la abolición de la esclavitud. Claro que la abolición no se decretó completamente, ya que la gente de color no podía votar ni participar en muchas áreas como la laboral, la educativa o la económica. El propio Presidente Andrew Jackson vetó la Carta de Derechos Civiles que se pretendía promulgar en Febrero de 1866 y puso límites severos a la participación de los esclavos recientemente liberados.

La primera rama del Ku Klux Klan fue establecida en Pulaski, Tennessee, en Mayo de 1866. En abril de 1867 se establece en Nashville una organización general de las ramas locales del Klan y se elige como Gran Mago al distinguido General sureño Nathan Forrest, que dirige la ola de terror contra gente de color, inmigrantes y simpatizantes blancos que se generalizó en varios estados hasta 1890. El objetivo primordial era mantener el poder político en manos de los barones recientemente derrotados y lograron éxito en Carolina del Norte, Georgia y Tennessee.

Después de lograr mantenerse en el poder, diversas organizaciones racistas mantuvieron el terror como medio de disuasión para que no se formaran organizaciones en defensa de los negros con el KKK como punta de lanza. Para 1922, al elegir como Mago Imperial a Hiram W. Evans, el Klan contaba con 4 millones de miembros y dominaba la escena política en varios estados como Texas, Oklahoma, Indiana, Oregón y Maine, además de los tradicionales estados sureños (Alabama, Louisiana, Mississippi, Arkansas, et al) y sus enemigos habían crecido, ahora ya incluían a los católicos, los judíos, los socialistas y por supuesto, los comunistas.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial los escándalos de corrupción de algunos políticos del Klan, la creciente actividad de las organizaciones civiles, el hastío de la guerra y la persecución y condena de algunos miembros notables hizo que la burbuja reventara y quedaran menos de 30 mil miembros. En 1944 la organización fue oficialmente disuelta, pero como la hidra de múltiples cabezas, ha comenzado a renacer.

La alarma que ha dado el gobierno es muy significativa tomando en cuenta la crisis económica sin precedente, sobre todo ahora que el racismo y las filosofías neo-nazis han encontrado eco en una población castigada por el fantasma del desempleo y la pobreza. No es aventurado afirmar que a falta de culpables verdaderos se buscará en los que son diferentes la causa de nuestras desventuras.

La similitud de esta situación con otras naciones en otras épocas de la historia es escalofriante.

"Nihil novum sub sole", no hay nada nuevo bajo el sol....



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