Image by Illetirres via Flickr
Uno de los grandes retos de la robótica es el de imitar a la perfección los movimientos del cuerpo humano, los cálculos que deben hacerse para diseñar y luego fabricar los elementos de ingeniería necesarios para imitar, por ejemplo, los movimientos delicados de la muñeca humana requieren de mucha matemática avanzada. No es nomás de "enchílame otra gorda".
Los robots industriales desarrollan muchos movimientos complejos, pero aún así no llegan a satisfacer la complejidad de algunas operaciones que todavía requieren de la mano humana. La ciencia de la robótica es fascinante y sus avances apuntan a un futuro en el cual las máquinas harán los trabajos más pesados y peligrosos, por supuesto que solamente en los países industrializados. En los países pobres, ésos trabajos los seguirán reservando para los pobres y los niños.
La viborita robótica con carita inocente es en realidad un arma que está siendo desarrollada por Amir Shapiro, de la Ben Gurion University, para el Ministerio de Defensa Israelí. Será provista de una cámara y servirá para meterse entre grietas o dentro de cuevas para detectar a los infames terroristas o uno que otro topo despistado.
Aquí algunas de las curiosidades que me encontré por allí:
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