martes, 23 de junio de 2009

조선 민주주의 인민 공화국

Map of North KoreaImage via Wikipedia

No me gusta criticar a ningún individuo o pueblo por el simple hecho de su lenguaje, pero últimamente he estado inclinado a hacerlo. La verdad es que al leer las noticias provenientes de Corea del Norte y la creciente hostilidad entre su maniático régimen y el maniático régimen de los Estados Unidos no pude menos que repasar los orígenes de este conflicto, que aparentemente no es más que otro nuevo en la actual y diariamente renovada lista de áreas de conflicto.

La consideración más importante es que en el caso de Chosŏn Minjujuŭi Inmin Konghwaguk, que es el nombre oficial de la República Popular Democrática de Corea, y la occidentalización casi imposible para pronunciar los garabatitos que aparecen en el título de esta entrada, digo, la consideración más importante es que los dos maniáticos en conflicto tienen a su disposición armas atómicas, además de otras no menos alarmantes.

La historia reseña que al final de la Segunda Guerra Mundial la ocupación japonesa de Corea dió lugar a la división del país original en dos partes por el paralelo 38 en lo geográfico, y por la ocupación del norte del país por la URSS y por el ejército de los Estados Unidos en el sur. No entraremos en detalles acerca de la perfidia política de Stalin, que declaró la guerra a Japón cuando ya estaba vencido para adueñarse de "algunas tierritas" en Asia, entre ellas Corea.

Lo cierto es que en 1948 se establecen dos gobiernos que hasta la fecha reclaman la soberanía sobre la totalidad del territorio con todo y paralelos. Las tensiones entre estos dos, realmente tensiones entre los Estados Unidos y la URSS, con China también metiendo su cuchara, desembocaron en una cruenta guerra cuando el ejército del norte atacó al del sur. La guerra supuso la intervención militar de los gringos y los chinos, con armas y soporte rusos. La mentada guerrita duro 36 meses y 27 días hasta que se firmó una tregua y se estableció la zona desmilitarizada entre las dos partes de la original Corea.

Desde entonces, Corea del Norte y Corea del Sur se pelan los dientes y gruñen sobre el paralelo, pero los dientes y gruñidos que más han durado son los del "Eterno Presidente de la República" (el título es real y promulgado por ley) Kim Il Sung, que gobernó a Corea del Norte por la friolera de 46 años (1948-1994), un Trujillo o Somoza o Martínez de ojillos rasgados. Su régimen del "Juche" (no depender de los demás) hizo que Corea del Norte sufriera hambrunas y que su economía se estancara en comparación de su vecina del sur, además de hacer de Corea del Norte uno de los países mas aislados del mundo: salir o entrar es casi imposible.

Nada contento con sus logros, deja de sucesor a su hijo Kim Jong Il, que es el que ahora gruñe con dientes atómicos y según reportes está tan loco que es capaz no solamente de gruñir sino que puede hasta morder. Ya amenazó con lanzar una bombita sobre Hawaii y Mr. Obama mandó refuerzos militares a Corea del Sur y al Pacífico Oriental por si las moscas.

Ahora bien, en mi opinión, este conflicto tiene una raíz insospechada y profunda: el lenguaje coreano, que suena como ping pong y confunde la mente de los que lo hablan. Sé que ésta es una razón pueril, pero consideren, ¿a quién de ustedes le gustaría que les dijera su mamá:"Ya vente a comer, Ilito?... razón de más para gruñir y pelar los dientes.


http://news.yahoo.com/s/ap/as_koreas_nuclear




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