La Nueva Guerra del Fútbol

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El 14 de Julio de 1969 el ejército salvadoreño inició su "blitzkrieg" contra Honduras, iniciando una guerra medio rabona que duró 6 días y mató a varios miles de personas. Este incidente llegó a conocerse como la "Guerra del Fútbol", nombrecito simpático y mentiroso que un periódico mexicano le endilgó a este lamentable episodio. La paz no se firmaría sino hasta 11 años después, en 1980.

Recuerdo con particular lucidez la venerable foto del inefable Coronel José Alberto Medrano, quien tuvo una destacada participación en el Teatro de Operaciones del Norte (TON); que cubría los flancos del eje de avance del 1° y 8° Batallones de Infantería. La Benemérita Guardia Nacional en su avance tuvo combates en El Morral, El Portillo, Llano Largo, San Marcos Ocotepeque, La Labor, Plan del Rancho y Santa Lucía, con resultados exitosos, también se le encomendó la defensa de la Presa “5 de Noviembre”. Medrano aparece en esa foto sobre una mula, cubierto por el impermeable de campaña, con un aspecto de Gandalf siniestro, de allí que le apodaran "La Bruja", pero divago.

El asunto es que le echaron la culpa a unos partidos de fútbol entre las selecciones de ambos países por la tal guerrita, aunque en realidad la causa era la de siempre: la eterna glotonería de la burguesía salvadoreña. El asunto ha quedado ya en la memoria colectiva con ése apelativo y nos da una dimensión de lo que puede hacer una prensa irresponsable.

Este 6 de Junio del 2009 se llevará a cabo otro partido de fútbol que no va a desatar una guerra de verdad (se interpone Guatemala con su Presidente asesino), pero que ya comenzó a irritar la ya de por sí sensible irritabilidad de los pueblos mexicano y salvadoreño. La prensa salvadoreña en un afán bastante pueril e insensato está azuzando la débil conciencia del aficionado salvadoreño y ha comenzado una campaña de "calentamiento amistoso" que ya ha pasado a lo ofensivo.

El hecho de usar tapabocas como una especie de reto a la selección mexicana es de mal gusto, porque lo que sucedió hace poco en México dejó muertos a los que se les debe respeto. Las provocaciones que hacen publicaciones como "El Gráfico" con su risible logo "lo hacemos por deporte" me parecen un homenaje a la estulticia y la pendejez, amén de mostrar en carne viva el profundo complejo de inferioridad y el desajuste emocional de los salvadoreños.

Por el otro lado, animales mexicanos que se dicen reporteros como David Faitelson (del cual estoy casi seguro que tiene una desviación sexual profunda y siniestra), que aprovechan los espacios de cadenas internacionales como ESPN para zurrar idioteces con aires doctorales y letrados, azuzan a la también débil opinión pública mexicana con reportajes alarmantes y conclusiones ofensivas para los salvadoreños. Según este profeta de lo nimio, los salvadoreños "le tienen miedo a México" y otras tonterías similares.

Como mi ombligo está repartido entre estos dos países y mi corazón despedazado entre sus dos litorales no puedo menos que sentir una profunda tristeza por la cantidad de odio que estos cagatintas hacen surgir de los despellejados y desnutridos cuerpos de los pobres de ambos países, que son la mayoría tanto en México como en El Salvador. Me da tristeza porque me vuelvo a recordar del Coronel Medrano y su mula, adentrándose en tierra de pobres y dejando a su paso un reguero de muertos.

Todo por un partido de fútbol.