jueves, 5 de abril de 2012

Payasofobia

Brozo "El Payaso Tenebroso"
Debo confesar que mis sentimientos hacia los payasos son de carácter mixto. Por un lado me divierto con las bromas satíricas que hacen algunos de ellos de personajes de la vida pública, como las que hace Brozo (El Payaso Tenebroso) en sus programas de TV. Me divierten, a nivel local, las caracterizaciones y sketches que utiliza Cachito (El Payaso más Bonito) cuando ameniza fiestas no tan infantiles: el sketch de "San Expedito" realmente no tiene precio.

Pennywise

Sin embargo no puedo negar el profundo terror que me causa Pennywise o Pogo, payasos asesinos que evocan imágenes sangrientas y bromas realmente tenebrosas. Penny es el protagonista de la novela "It" de Stephen King y, según leí por ahí, la inspiración de King para este personaje se la dió Pogo, el verdadero y real Payaso Asesino.


Pogo "El Payaso Asesino"
John Wayne Gacy (1942-1994) fue durante varios años pilar de la comunidad, activista demócrata que fue distinguido por el Servicio Secreto y que se codeó con la realeza política de su partido. En una foto dedicada por Rosalynn Carter, Gacy aparece como un hombre de negocios regordete e inofensivo al lado de la primera dama. De inofensivo no tenía ni un pelo: en Diciembre de 1978 fue arrestado y al hacer el cateo de su casa se encontraron 26 cadáveres de sus víctimas (asesinó en total a 33, de 9 a 21 años de edad) enterradas en el espacio entre el piso y el terreno donde estaba asentada la casa. La magnitud del hallazgo provocó una ola de terror en la comunidad y el país, especialmente contra los payasos, ya que el "alter ego" de Gacy, según sus propias palabras, era Pogo, el nombre que utilizaba cuando se disfrazaba de payaso. No creo que lo contrataría para una fiesta infantil...

Risa escalofriante
El antropólogo Levy-Strauss define una de las cualidades esenciales de la máscara, la libertad de hacer lo que se quiera detrás de ella. Nos cubre y solapa. En el caso del payaso la máscara es el maquillaje excesivo, forzado, que le permite provocar un humor obligado a costa de la invasión de nuestro espacio personal, de reírse del infortunio de los demás y burlarse de su audiencia con tal de provocar risa. Hay algo en el personaje que nos parece fuera de lugar, algo indefinible que nos hace sentir extraños y amenazados ante su presencia.

Burlarse de la audiencia y de situaciones infortunadas es parte obligada del repertorio del payaso, aunque a veces caiga en lo grotesco, como en el caso del payaso Platanito haciendo broma del incendio de la Guardería ABC donde fallecieron trágicamente 49 niños. Obvio mal gusto que no pasó por alto y tuvo que pedirse una disculpa pública.

BBC News publicó un estudio desarrollado por la Universidad de Sheffield en Inglaterra donde se encuestó a 250 niños y jóvenes de 6 a 16 años de edad. Todos expresaron miedo o desagrado ante los payasos. Las causas de este fenómeno no han sido determinadas todavía de manera satisfactoria. Lo cierto es que el miedo a los payasos existe y en gran medida.
¡¡Listos para hacerte reir!!

Como fenómeno colectivo es interesante notar la "Clown Craze" (Locura de Payasos) que inició en Boston en 1981 y posteriormente se extendió por espacio de varios meses en los EEUU. Se inició por una serie de reportes por parte de niños en los que individuos vestidos de payasos les ofrecían dulces para luego subirlos a vehículos y secuestrarlos con fines nada saludables. A pesar del alud de reportes y testimonios de testigos presenciales, ninguna de las denuncias fue comprobada fehacientemente, pero el terror colectivo se desató incontenible y murió posteriormente de muerte natural. Lo interesante de este fenómeno es el objeto del terror: los "inofensivos" payasos.

Emmet Leo Kelly (1898-1979) se hizo famoso por su caracterización como "Weary Willie" (Willie Cansado), un payaso que parecía más bien un vagabundo y cuyas rutinas de circo eran novedosas para la época. Lo siniestro de Weary son algunas coincidencias macabras: en Julio de 1944 un incendio acabó con la vida de 167 personas en el Circo Hartford mientras Weary estaba en el escenario. Fotos posteriores lo ubican tratando de salvar a la gente durante la conflagración sin mucho éxito.

Weary Willie...¿demonio o payaso?
Otra circunstancia que me lleva a pensar mal del payasito es la declaración de la esposa de Emmet en la audiencia de divorcio en el sentido que el personaje de Weary Willie era el culpable de todo porque el personaje había tomado posesión total de la vida del artista haciendo imposible la convivencia normal entre la pareja. 

Pero Weary Willie siguió haciendo de las suyas. Emmett Kelly Jr. (1923-2006) adoptó el personaje y también sufrió la misma suerte que su padre. Su esposa se divorció de él por la misma razón, que el personaje había tomado posesión de la vida del actor. Weary Willie también le regaló un acontecimiento trágico cuando su hijo Paul pierde una pierna en un accidente con el ferrocarril mientras jugaba en el patio de su casa. Pero la influencia siniestra de Willie no termina allí. 

Paul Anthony Kelly (1957- ) cambió su nombre por el de Emmett y heredó la compulsión de caracterizar a Willie, pero en su caso esta caracterización adquirió rasgos de posesión demoníaca. Cuando representaba al personaje, los que lo veían afirman que era su abuelo el que estaba presente. Paul-Emmet decía que Willie era una persona real, tan real que Paul rentó un departamento de 2 recámaras para que Willie tuviera la suya. En 1979 la policía descubre el cadáver de Brent David Walley, brutalmente asesinado y abandonado en su automóvil. Doce días después, el 16 de Noviembre de 1979, una vecina descubre el cuerpo del Rev. Henry Kuizenga en su departamento. La escena del crimen era dantesca, con sangre y materia cerebral regada por las paredes.

El Guasón
La investigación concluye con el arresto de Paul-Emmett y es condenado a dos penas consecutivas de 25 años cada una. Actualmente se encuentra purgándolas en California, pero insiste en afirmar que Weary Willie estuvo con él durante la comisión de los crímenes, es más, que el payaso fue el que asestó los golpes definitivos que acabaron con las víctimas..."Willie me abandonó después"--se queja amargamente.

Nada mal para un payaso que hizo reír a muchos, ¿no creen?

Creo que con estos ejemplos queda claro el porqué los payasos no son enteramente de mi agrado. 

Me viene a la mente la frase que pronuncia Gacy cuando estaba terminando su escalofriante confesión de años de violar, torturar y asesinar a jóvenes engañados para acompañarlo a su casa: "You know...clowns can get away with murder"...(Saben...los payasos pueden salir bien librados hasta de asesinato)...o la cancioncilla que Bart Simpson repite y repite hasta el cansancio en su cama: "Can't sleep, clown will eat me..." (No puedo dormir, el payaso me comerá)...

Adorables referencias por las cuales prefiero quedarme con mi Coulrofobia, no sea que Willie, El Guasón, Pogo o Pennywise anden por allí...


¿Quién está allí?
 
 

domingo, 1 de abril de 2012

Caballo de Guerra

Uno de los momentos más memorables en la saga de Sherlock Holmes y el Dr. Watson se da en el libro "The Return of Sherlock Holmes" publicado en 1905 bajo la presión del público hacia Sir Arthur Conan Doyle para "resucitar" al famoso detective, aparentemente asesinado en "The Final Problem" por su némesis, el Dr. Moriarty, en las cataratas de Reichenbach. Forzado a buscar una solución, el gran escritor resolvió el problema y el insigne personaje vuelve a la vida y a sus labores detectivescas con una nueva aventura.

Al encontrarse de nuevo con Watson y luego de explicar su ausencia con cierta frialdad en cuanto al dolor causado a su compañero y amigo por su muerte, Sherlock se da cuenta que este dolor y la estupefacción de Watson por volver a verlo siguen presentes, y en una rara muestra de sentimientos y compasión le dice: "Work is the best antidote to sorrow, Watson" (El trabajo es el mejor antídoto para la tristeza, Watson) y lo enrola para su siguiente trabajo.

Menciono esta pequeña anécdota, que no tiene nada que ver con el título de esta entrada en Neveshtanhaye, porque ya había anunciado que seguiría compartiendo loqueras desde hace unos meses y no lo había hecho por muchas razones, ninguna de ellas válida. Valga la frasecita de Sherlock para paliar alguna que otra inexistente tristeza por mi ausencia y proseguimos con el tema que nos ocupa, el Caballo de Guerra.

En una de las mejores películas que he visto últimamente se toca el tema de los caballos al servicio de las armas en la Primera Guerra Mundial. La película (War Horse), magistralmente realizada por Steven Spielberg, muestra la crueldad y dureza con la que se trataba a estas nobles bestias en los campos de batalla y no nos sorprende ver tantos equinos prestando sus servicios en esa época ya que la mecanización de los ejércitos apenas comenzaba allá por el 1914.

Picada mi curiosidad, y recordando algunos datos que leí por ahí, me puse a investigar que tanto se utilizaron los caballos en el holocausto bélico que fue la Segunda Guerra Mundial, de la cual tenemos la imagen de las columnas de tanques y vehìculos blindados de Hitler volando a toda velocidad contra sus enemigos en la famosa "Blitzkrieg" o "Guerra Relámpago". La impresión general es que los caballos no tuvieron nada que ver con esta nueva guerra y la única imagen que tenemos de su participación es su inútil intervencion cuando la caballería polaca se estrelló contra la Wehrmarcht en la invasión de Polonia con resultados altamente catastróficos y predecibles. Es totalmente falso que hayan atacado tanques alemanes a propósito, como William Shirer refiere con respecto a la batalla de Krojanty, que en realidad fue una escaramuza contra un batallón de infantería alemán donde la caballería polaca fue masacrada. http://www.historynet.com/polish-cavalry-charges-tanks.htm

Panzerpähwagen
Sin embargo, la impresión que la Wehrmarcht se movilizaba con petróleo y no con pasto es falsa. El ejército alemán utilizaba miles de caballos para movilizar sus tropas. De hecho solamente el 20% del ejército alemán estaba totalmente mecanizado: aún en 1943, de 322 divisiones en pie de guerra, solamente 52 eran blindadas o motorizadas. Alemania utilizó 2.75 millones de caballos durante la segunda guerra principalmente para transportar a las divisiones de infantería y para llevar suministros a los frentes de batalla. Las divisiones "ligeras" y de montaña dependían enteramente del transporte ecuestre, las de reconocimiento tenían un 70% de caballos y el resto eran "Panzerpähwagen", motocicletas y bicicletas.

En el inicio de la más grande ofensiva militar de la historia, la invasión de Rusia ("Operación Barbaroja"), el ejército alemán movilizó a 3.9 millones de soldados en un frente de 2,900 kilómetros. La mayor parte de este contingente, especialmente la artillería, se movilizó con caballos. Se llegó a utilizar un máximo de 1.1 millones para estas labores y al inicio de la guerra se contaba con 514 mil.
Podemos asumir que la diferencia entre el máximo (1.1 MM) y el total de caballos utilizados (2.75 MM) no fue jubilado por servicios prestados sino que murió en el campo de batalla lo que nos da un escalofriante número de muertos equinos, ¡¡1.65 millones de caballos muertos!!, y eso solamente en el ejército alemán. Impresionante.

Bien sabido es que el caballo ha sido compañero de batalla del hombre desde su domesticación y que el guerrero montado tenía mucha ventaja sobre los combatientes de a pie, pero me parece que en el caso de la segunda guerra los pobres animalitos llevaban todas las de perder. Alemania, que se lanzó a la conquista del mundo básicamente a caballo fue derrotada, entre otras razones, por su falta de mecanización logística y de transporte de tropas. Al entrar los Estados Unidos a la guerra, los ejércitos aliados se equiparon con  miles de "Studebakers", superando a los alemanes con la movilidad de sus ejércitos, especialmente en el frente ruso, donde la movilidad fue la clave estratégica de la victoria aliada.

Valga esta pequeña reseña para honrar a estos nobles animales, que sin saber nada de ideologías ni tener sueños de conquista obtuvieron gloria en los campos de batalla sin que nadie los recuerde.

Un pequeño homenaje de mi parte.